martes, 17 de noviembre de 2009

Antitextos

Desde el punto de vista de las imágenes técnicas el código alfabético se está quedando obsoleto. Esto podría significar que las imágenes técnicas, el nuevo código dominante, hacen innecesario el uso de letras para comunicarnos y, en fin, informar. Sin embargo Flusser considera que estas apreciaciones están equivocadas. Según este teórico la fabricación de textos seguirá siendo una forma de comunicación universal. Pero no se podrá escribir de la misma manera, ya que las imágenes técnicas reclaman textos diferentes a los convencionales.

Flusser quiere mostrar que el poder de concepción se verá reforzado por las imágenes técnicas, lo cual incitará a escribir más, pero también que la situación actual de la cultura evolucionará de tal manera que la escritura, en su nueva forma, se convertirá en un fundamento de las imágenes técnicas. Las imágenes técnicas nos incitan a criticarlas de la misma manera que las imágenes tradicionales incitaron a los profetas y filósofos a combatirlas. Y esto, por que la fascinación que las imágenes técnicas ejercen se está convirtiendo en una suerte de “idolatría”, en una ideología programada. Sin embargo, existe una dificultad: “Las imágenes técnicas son un metacódigo de los textos, y nuestro empeño apunta a utilizar textos como metacódigos de las imágenes técnicas”. De modo que la cuestión de la competencia para la crítica de las imágenes técnicas debe ser resuelta de otra manera. Esta crítica debe dirigirse en sentido contrario a la crítica de las imágenes tradicionales. Así, los textos que reclaman las imágenes técnicas son “antitextos” En las imágenes técnicas este vector de significado se encuentra en el lado opuesto del de las imágenes tradicionales, y por tal razón requiere de antitextos para su crítica.

Es necesario escribir en sentido opuesto a estos textos, es necesario escribir “antitextos”. El carácter que tendrán estos textos aún nos se puede definir concretamente. Según Flusser se parecerán probablemente a los textos de Kafka o de los Dadaístas. En todo caso los escritores del futuro no imprimirán signos sobre el papel, sino que pulsaran teclas en un ordenador. (Flusser, 2001) ¿Ese futuro lo estamos viviendo en el hipertexto?

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